Todos los días a esa misma hora.
No me podía perdonar llegar tarde, si no llegaba a tiempo lo más bonito del día se me escapaba entre las manos.
El mismo banco, el último de la derecha a las 20:38, ni un minuto más, ni un banco menos. Resulta curioso, que fuese el día que más tarde salí del trabajo maldiciendo a mi jefe, 3 horas de pilas de carpetas hicieron que cogiese ese tren llegando a la estación 22 minutos antes de las 9.
Atocha Renfe. Muchas vías, muchos bancos, muchas personas y justo al bajarme, defrente Tú.
Era muy tarde, pero en vez de casa quería Tú, y me fuí a dormir pensandoTe.
Pasó que, al siguiente día, bajé a la estación sólo por ver si estabas, misma hora, mismo lugar y sí.
Pasó que ya no me importaba quedarme hasta tarde trabajando con la idea de "encontrarnos" como de casualidad calculada.
Pasó y pasó mucho tiempo y yo a escondidas, me sentía un poco psicópata, ya empezaba a acabar conmigo la idea de no hacer algo.
Llevo casi 1 año sin verTe y no me perdono el no haberTe dicho nada, aunque siempre que quiera Te tenga perfecta, como Te imagino, como verdaderamenTe tal vez no seas.