ayer me escribiste
y el encabezamiento, de asunto espinoso, consiguió atraer mi atención hasta el punto de abrirlo sin pensar que eras tú quien me escribías, el cuerpo del mensaje consiguió excitarme, descuadrarme y confundirme, se nota que hace mucho que no lees un libro y poco que has apagado la tele. Sigues igual de loca que siempre, pero hay algo que no logro comprender, cómo siempre caigo en hacer justo lo que tú deseas.
fui a tu casa de noche y no me abriste la puerta
hoy me has escrito
y el encabezamiento, de asunto espinoso, consiguió atraer mi atención hasta el punto de no querer abrirlo sabiendo que eras tú quien me escribías, pero al final lo abrí y el cuerpo del mensaje consiguió descuadrarme y confundirme y matarme, se nota que hace mucho que no conecto con las tecnologías y estoy metido en mis libros. Sigo igual de loco por ti, pero hay algo que no logras comprender, aunque me hayas dicho que no entendí bien tu mensaje porque no llegó entero, siempre caigo en intentar hacer que tú me desees.
fui a tu casa de noche pese a la orden de alejamiento
mañana me daré cuenta de que ni siquiera me escribiste.
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